Durante años, hemos intentado definir el perfil del directivo exitoso. A los líderes que han llevado a sus organizaciones al éxito se les han atribuido muchas características: desde los conocimientos técnicos hasta la capacidad de liderazgo. Pero ¿realmente entendemos lo que significa tener éxito? ¿Debemos centrarnos solo en las características de éxito o debemos analizar también los fracasos?
Para mantener un perfil de management humanista, es necesario comprender tanto el éxito como el fracaso. Seleccionar a los candidatos basándonos solo en sus características de éxito no es suficiente. Debemos analizar la profundidad del fracaso para encontrar el talento en estado natural.
Este nuevo paradigma requiere que los consultores y socios de las empresas de selección sean expertos en personas. Deben tener años de experiencia en el análisis de consejeros y directivos y ser capaces de separar a las personas de sus éxitos y fracasos. Solo así podremos descubrir las tres características que un directivo debe tener para sobrevivir en un entorno de incertidumbre y cambios.
La primera característica es la capacidad de gestionar el ritmo del cambio. No se trata de transformar, sino de saber cuál es el ritmo adecuado para la organización en cada momento. Es importante mantener la estabilidad y la continuidad en la medida en que sea posible, sin perder de vista las necesidades del mercado. El directivo exitoso no es aquel que cambia todo de manera radical, sino aquel que sabe cuándo y cómo hacerlo.
El directivo exitoso debe ser un pensador crítico, un comunicador efectivo y un líder inspirador
La segunda característica es la capacidad de sentir, pensar y hacer de manera excepcional. No basta con hacer, saber hacer o hacer que hagan. El directivo exitoso debe ser un pensador crítico, un comunicador efectivo y un líder inspirador. Debe ser capaz de generar ideas, analizarlas críticamente y llevarlas a cabo con éxito. Además, debe tener la capacidad de escuchar a los demás y de generar empatía con su equipo, lo que le permitirá comprender las necesidades de sus colaboradores y motivarlos para alcanzar los objetivos de la organización.
La tercera característica es la capacidad de captar la atención y el compromiso de todos los stakeholder sin perder el foco. Un directivo exitoso debe tener una visión clara de la organización y ser capaz de comunicarla de manera efectiva a todos los interesados en la misma. Es importante que el mensaje se adapte a las necesidades de cada stakeholder, pero sin perder el enfoque principal de la organización. A partir de ahí, debe ser capaz de establecer relaciones efectivas con todos los grupos de interés, incluyendo a los clientes, proveedores, accionistas, empleados y la comunidad en general, y sobre todo comprender el impacto de las acciones de uno sobre otros en un complejo ecosistema.
Es necesario que los directivos cuenten con tres características clave: la capacidad de gestionar el ritmo del cambio, la capacidad de sentir, pensar y hacer de manera excepcional, y la capacidad de captar con su mensaje a todos los interlocutores
En resumen, para encontrar el éxito en un entorno de incertidumbre y cambios, es necesario que los directivos cuenten con tres características clave: la capacidad de gestionar el ritmo del cambio, la capacidad de sentir, pensar y hacer de manera excepcional, y la capacidad de captar con su mensaje a todos los interlocutores.
Tomás Otero
Director Asociado de Konsac en Madrid