Hoy me gustaría hablar de lo que llamamos Arquetipos en los consejos, a la vista de los perfiles que hemos conocido desde diferentes roles y perspectivas a partir de nuestra experiencia encontrando los más adecuados.
Cuando se habla de autores que han sido verdaderos maestros a la hora de dibujar arquetipos, podemos pensar en Shakespeare: la duda y falta de decisión de Hamlet; la ambición desmedida en Macbeth; la avaricia del mercader de Venecia…, o en Moliere: la hipocresía de Tartufo; la aversión a las relaciones sociales del misántropo…
Pero me gustaría proponeros a otro creador de arquetipos: Walt Disney. Sin duda, es mucho menos satírico, mucho menos profundo, pero muy visual y creador de un imperio que dura desde hace 100 años.
Pido disculpas por si alguien encuentra banales las comparaciones con los personajes de Disney, pero aquí van.
En el universo Disney, podríamos describir a los potenciales consejeros a partir de distintos personajes bien populares:
Baloo de El libro de la Selva
Para él, el Consejo es una oportunidad de pasarlo bien, de relacionarse con sus colegas. Es tranquilo y disfruta de cada momento sin prestar atención a las tensiones internas. No dedica mucho tiempo a prepararse la sesión con la información que le han enviado diligentemente y con anticipación. Simplemente, la lee mientras sus compañeros, siempre más preparados, abren el debate.
Suele sumarse a las ideas de la mayoría y le cuesta mucho defender sus puntos de vista porque le incomoda el conflicto que con ello pudiera generar.
Idóneo/a para crear armonía.
Scar de El rey León
Es más frecuente verle en los consejos de empresa familiar. Como le pasa al hermano del Rey León, le hubiera gustado ser el rey: mandar y gobernar, aunque sabe que para hacerlo le hace falta el talento que no tiene. No duda en manipular las cosas cuando conviene y en usar todas las tretas posibles para ostentar el poder. Sabe dónde quiere ir, pero ¿su rumbo es el adecuado? Bajo su influencia, en ocasiones tiránica, puede causar muchos estragos, aunque en momentos de crisis no le temblará el pulso.
Idóneo/a para clarificar en las luchas de poder.
Tío Gilito (tío del Pato Donald)
Normalmente, tiene menos formación que sus colegas y suele formar parte de la propiedad. Se orienta al muy corto plazo y todo hay que hacerlo mirando no dañar los beneficios. Las inversiones son para él un gasto, ya que suele ser económicamente ambicioso y su driver principal es el dividendo. Pero si lo ve claro, es emprendedor, aventurero y asume riesgos siempre medidos.
Analiza poco y se deja llevar por la intuición y, aunque es desconfiando, puede dejarse obnubilar por lo que dicen y plantean otras personas.
Idóneo/a para generar consensos a corto plazo.
Pato Donald
Se le reconoce rápido. Es irascible, de acalorado temperamento sobre todo cuando se le lleva la contraria. Dado su carácter arisco (aunque él cree que es crítico) puede enfrentarse a otras personas simplemente porque no comparten su punto de vista, sin entrar en más razones que las suyas.
Su terquedad le lleva a vivir situaciones comprometidas que podría solucionar si escuchara más de lo que habla. A su favor, sabe reconocer los errores que comete y busca cambiar las malas percepciones que pueda provocar en los demás.
Idóneo/a para cuestionar el status quo.
Mickey Mouse
Es optimista y trabajador, sobre todo cuando las cosas se ponen difíciles. Está convencido de que hay que dar oportunidades y suele ver el lado positivo de todas las circunstancias.
Sabe tomar las decisiones oportunas para seguir adelante, pero siempre desde el respeto. Mantiene unido al grupo y sabe cuándo hay que combatir y cuándo hay que apaciguar. Proyecta una imagen de confianza y es un buen embajador de marca.
No renuncia a ningún objetivo, aunque suponga discutir, pero siempre lo hará desde el respeto y de manera constructiva.
Idóneo/a para cohesionar.
Gastón de La Bella y la Bestia
Es egocéntrico, presumido, arrogante y con poca inteligencia emocional. Su conducta social puede ser incluso ruda y no tiene demasiado en cuenta lo que sus comentarios suscitan en los demás. Pero es admirado y querido por la gente que prefiere oír a alguien que parece solucionarle los problemas.
Suele monopolizar la opinión del consejo dejándola sin el alma de la cooperación. Pero, como Gastón que no logró nunca el cariño de la muchacha a la que quería, no es capaz de ejercer un verdadero liderazgo, ya que solo mira “hacia arriba”.
Necesita ser “el primero de la clase” y dar constante evidencia de lo mucho que sabe. No siempre que critica lo hace con conocimiento de causa. Es tan peligroso enfrentarse a él como seguirle a pies juntillas.
Idóneo/a para cuando hay que tomar decisiones drásticas.
Bagheera de El libro de la Selva
Para este tipo de consejeros (afortunadamente los que más aportan en las empresas, aunque no siempre se considera así), el proyecto empresarial es su Mowgli. Siempre pondrá los intereses de la empresa por encima de intereses personales y/o económicos.
Es constructivo y no enarbola el blasón de su ego. Enseña a sobrevivir en la selva de la vida empresarial, así como a aprovechar los beneficios que ésta ofrece. Ayuda a los directivos a enfrentar los peligros que podrían acecharle.
Conoce a fondo el negocio (no en vuelapluma) y los directivos le respetan porque es un consejero astuto, sabio y, sobre todo, leal y discreto. Por su honestidad y su capacidad de apoyo frente a las dificultades es, sin duda, el tipo de consejero que realmente aporta a largo plazo.
Idóneo/a para acompañar al crecimiento.
Todos estos roles pueden estar interpretados por mujeres y hombres, independientemente del género de los personajes.
Como en cualquier clasificación en la vida, habrá más arquetipos, pero he querido resaltar los de mayor frecuencia y peso en un consejo.
Todos pueden aportar y es responsabilidad de quién lo preside parar, templar, sosegar, dar juego y, sobre todo, exigirles y aprovecharles, sabiendo quién es cada uno y qué aportaciones y desmanes pueden hacer en la cultura de la organización.
La gestión de estos profesionales no es cuestión baladí y no se limita a coordinar tiempos y agendas. Hay que saber combinar tipologías muy diversas de seres humanos y conseguir energías positivas.
Este comentario pretende abrir el debate y el enriquecimiento por lo que agradeceré vuestras ideas al respecto y enriquecer el modelo de arquetipos por lo que bienvenidos sean vuestros comentarios
Juanjo Planes
Presidente de Konsac