“Me gusta trabajar en un entorno amable y colaborativo en el que todos crecemos”
“Empezamos cualquier proceso desde 0, porque todos son únicos y diferentes”
Os presentamos a los profesionales que trabajamos en Konsac para que nos podáis conocer de más cerca. En este primer post de la serie ‘Somos Konsac’, hablamos con Jordina Ollé, directora asociada de Konsac desde hace dos años.
Jordina empezó en el mundo de la selección de personas recién salida de la universidad. Una ETT multinacional la fichó porque necesitaban una psicóloga para realizar las entrevistas. “Había terminado la carrera y quería dedicarme a una vertiente más clínica de la psicología, pero lo vi una primera oportunidad laboral”, explica.
Aquella época fue de aprendizaje de los conceptos más básicos de la selección en un entorno muy duro y de máxima exigencia: “Llegué a llorar en el trabajo como nunca más lo he hecho”, recuerda. Pero también le sirvió para entrar en contacto con un mundo que del que ha acabado enamorándose.
En la empresa pudo realizar un máster de Recursos Humanos y saltar al ámbito del headhunting. Cuando llevaba cuatro días trabajando en una consultora especializada llegó un proceso de selección a México. “¡En México! Hablamos de hace más de 20 años. No había LinkedIn y todo era mucho más rudimentario. Pero siempre he sido una persona muy decidida y propuse realizar unas llamadas previas, coger las maletas y plantarme en Ciudad de México para cerrar el proceso”, dice con orgullo cuando recuerda la reacción de sorpresa del director de la consultora.
Aquella iniciativa le permitió ganarse el respeto de todos. Y también fue un gran aprendizaje: “Si quieres algo te lo tienes que trabajar”.
A base de trabajar creció profesionalmente en un sector muy masculino, competitivo y duro. De hecho, en la anterior empresa era la única mujer en su posición. “Ahora vivo como en una burbuja, porque a pesar del nivel de excelencia con que trabajamos, el entorno es extremadamente amable y colaborativo”, agradece.
La artesanía de la selección
Para Jordina el mundo del headhunting de alto nivel es un proceso totalmente artesanal. No hay dos selecciones iguales y siempre hay que empezar desde 0. “Es como si hiciéramos cerámica”, compara.
“Se incorpora tecnología, nuevas metodologías y sistemas que pueden modernizar el proceso, pero al final seleccionar a un miembro de un comité de dirección o un CEO pide un conocimiento profundo de la empresa, del sector y de los candidatos. No basta con tener una base de datos y realizar cuatro llamadas y un par de tests”, dice.
Para ella, después de más de 20 años en el mundo de la selección de personas, hay un rasgo diferencial: “yo pongo amor a todos los procesos, lo hago como una pieza única”, concluye la artesana del headhunting.